Como parte del control diario ejecutado en establecimientos farmacéuticos, el equipo técnico de la Coordinación Zonal 3 de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) verifica que los medicamentos que van a ser dispensados en la zona cumplan con una adecuada cadena de frío, y de esta forma, conservar la calidad y las propiedades terapéuticas de los mismos, con el fin de evitar perjuicios en la salud de la población.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) define la cadena de frío como “el sistema logístico que comprende los recursos humanos, materiales, necesarios para asegurar la conservación, almacenamiento y transporte de los medicamentos biológicos en condiciones óptimas de temperatura”.

“Este sistema debe ser regulado en los establecimientos farmacéuticos, debido a que si existiera una ruptura en la cadena de frío de medicamentos biológicos como vacunas e insulina, entre otros, podría causar graves consecuencias en las personas que se los administren”, dijo Marcela Bonifaz, técnica de la Coordinación Zonal 3 de Arcsa.

Para la Agencia, es importante generar conciencia en los representantes legales de las farmacias y erradicar prácticas erróneas en almacenamiento, distribución, transporte y dispensación de medicamentos; de lo contrario, se pueden modificar las propiedades en grado variable según la temperatura alcanzada y el tiempo de permanencia a dicha temperatura, y como consecuencia, perder la eficacia del producto.

Arcsa invita a representantes farmacéuticos y a la ciudadanía en general, a verificar en el etiquetado si los medicamentos que van a consumir requieren cadena de frío, que es un conjunto de eslabones de tipo logístico que garantizan una temperatura entre 2°C y  8°C de los medicamentos. De esta manera, se garantiza la seguridad en la administración de medicamentos y la salud de la población en general.

 

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