El pasado viernes, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria, Arcsa, conjuntamente con el Cuerpo de Bomberos y el área de Control Urbano de la Municipalidad de Cuenca, realizaron una inspección en varios locales de venta de alimentación colectiva, restaurantes y picanterías de la ciudad.

La finalidad de este trabajo interinstitucional es cuidar y verificar que los alimentos sean preparados y conservados bajo los parámetros de higiene sanitaria. Técnicos de Arcsa se encargaron de observar que cada establecimiento mantenga las correctas condiciones de salubridad y que cuenten con productos que tengan sus respectivas fechas de elaboración y notificación sanitaria vigente; por su parte, el Cuerpo de Bomberos verificó que estos negocios tengan habilitadas sus salidas de emergencia, permisos de funcionamiento y mecanismos contra incendios. Control Urbano finalmente comprobó la reglamentación del uso del suelo que ocupan estos comercios, asentados dentro del cantón Cuenca y sus parroquias.

A esta actividad se suman las intervenciones que analistas de Arcsa ejecutaron el pasado sábado 23 en picanterías, asaderos, pollerías y demás sitios de expendio de alimentos, ubicados a lo largo de la vía principal de ingreso al cantón Gualaceo y del sector El Cabo. Todos estos controles de Arcsa corresponden a una planificación semanal, la cual se ejecutará de igual manera en el segundo semestre del año en toda la jurisdicción de la coordinación zonal 6 (Azuay, Cañar y Morona Santiago).

La asesoría de los técnicos de Arcsa es muy importante al momento de cada inspección, pues contribuye a que los establecimientos donde se elaboran alimentos conozcan cómo ofrecer y tener un mejor producto para proteger la salud de la ciudadanía.

 

 

 

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