Continuando con su plan de controles en el  área urbana del Distrito Metropolitano de Quito, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (ARCSA) realizó una inspección a  establecimientos dedicados a la venta y almacenamiento de plaguicidas ubicados en el centro-norte de la ciudad.

 

Durante el recorrido de control se pudo visitar  un total de siete establecimientos, entre grandes y pequeños,  dedicados a esta actividad de los cuales cerca del 60 por ciento cumplían con las normas establecidas  mientras que el 40 por ciento restante no lo hacía principalmente por incumplimientos o porque  no correspondían a las actividades detalladas en sus permisos de funcionamiento.

 

La importancia de cumplir con este tipo de controles según lo explica Fernando Beltrán, técnico de la zona 9 de ARCSA, radica en que solo así se puede asegurar que los productos químicos usados para la elaboración de plaguicidas sean etiquetados correctamente según su toxicidad y almacenados de forma segura para evitar posibles fugas y evaporaciones que afecten a la población aledaña a dichos locales.

 

En una de las empresas inspeccionadas  se pudo comprobar la práctica de sobre etiquetado en los productos.  Mientras en la etiqueta del producto indicaba nivel tóxico 1 (alto) la etiqueta sobrepuesta decía nivel tóxico 3 (bajo), atentando peligrosamente  la salud de quien adquiera y use dicho químico empleado principalmente para la elaboración de insecticidas. Lo que propició la inmovilización del producto por parte del personal técnico de la entidad de control.

 

Cabe recordar que está bajo  el  ámbito de competencia de la ARCSA realizar este tipo de controles, por lo que los mismos continuarán realizándose con la finalidad de  contribuir a proteger la salud de la población.