La afición por el arte corporal no carece de riesgos.  Se puede contraer una infección grave por malas condiciones higiénico-sanitarias del establecimiento de tatuajes y el uso incorrecto de equipos no esterilizados; también pueden presentarse infecciones por utilizar productos (tintas, pigmentos) contaminados con bacterias o moho.

Especialistas advierten sobre problemas relacionados con tatuajes, los cuales pueden causar: erupción, enrojecimiento o ampollas en el área del tatuaje, o incluso podría desarrollar fiebre.  Las infecciones graves pueden necesitar meses de tratamiento con una variedad de antibióticos.  Las infecciones más virulentas o agresivas pueden estar asociadas con fiebre alta, temblores, escalofríos y sudoración.  Si surgen estos síntomas, puede que el individuo necesite antibióticos, hospitalización y/o cirugía.

Existen reportes de estudios científicos que indican que las tintas para tatuajes pueden contener de todo: desde pigmentos utilizados en tóner de impresoras hasta pigmentos utilizados en pintura para automóviles.

¡PIENSE ANTES DE TATUARSE!

Debido a todos los problemas que puedan presentarse, esta no es una decisión que se pueda tomar sin pensarla cuidadosamente.  A pesar de los avances en la tecnología láser, eliminar un tatuaje es un proceso laborioso y la eliminación completa sin dejar cicatrices puede ser imposible.

Si decide hacerse un tatuaje, asegúrese de que los establecimientos donde se realizan tatuajes y/o perforaciones corporales cumplan con la normativa vigente.  La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria, Arcsa, tiene en su página web el “Instructivo Externo – Permiso, Control y Vigilancia de Establecimientos donde se realizan Tatuajes y/o Perforaciones Corporales”.

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