Una planta procesadora de productos lácteos, cárnicos y embutidos de Cotopaxi y un establecimiento en el que se elaboraban bebidas alcohólicas en Tungurahua fueron clausurados por la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa), debido a incumplimientos en la normativa sanitaria.

Los análisis de laboratorio realizados a los productos elaborados en dichos establecimientos determinaron que no eran aptos para el consumo humano, y que no debían ser comercializados hasta que estas plantas mejoren sus condiciones sanitarias.

“La salud y la vida de miles de ciudadanos están en riesgo cuando una empresa no cumple con los parámetros de calidad necesarios para su producción”, manifestó Yadira Saltos, Coordinadora Zonal 3 de Arcsa, “por este motivo, es nuestra responsabilidad vigilar que los productos procesados expendidos en el país sean seguros y cumplan con los parámetros colocados en la etiqueta”.

Los controles de Arcsa se mantendrán en establecimientos dedicados a la elaboración de productos alimenticios, con el fin de garantizar prácticas sanitarias adecuadas para el cuidado de la salud de la población.

 

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