Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la resistencia a los antibióticos se produce cuando las bacterias mutan en respuesta al uso de estos fármacos.  Por tal motivo, el riesgo de la venta libre de antibióticos sin una prescripción médica podría conllevar a una resistencia antimicrobiana; es decir, los microorganismos que causan las enfermedades se vuelven más resistentes y, por ende, los fármacos pierden su eficacia.

La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria, Arcsa, recuerda que entre sus competencias tiene el control y vigilancia de productos y establecimientos sujetos a control y vigilancia sanitaria, y se encuentra ejecutando el Plan de Acción Nacional para Combatir la Resistencia Antibiótica del Sector Salud, mediante un mecanismo de control del expendio y dispensación de antibióticos con receta en las farmacias y botiquines de nuestro país.

Arcsa realiza inspecciones periódicas en los establecimientos (farmacias y botiquines) de todo el país para verificar el cumplimiento de esta disposición; cada farmacia y botiquín en el territorio nacional es visitado por técnicos de la Agencia al menos una vez cada año.

Los representantes y personal de farmacias y botiquines deben solicitar la respectiva prescripción médica a sus clientes para la dispensación de antibióticos, como lo establece la Ley Orgánica de Salud en su Art. 153: “Todo medicamento debe ser comercializado en establecimientos legalmente autorizados. Para la venta al público se requiere de receta emitida por profesionales facultados para hacerlo, a excepción de los medicamentos de venta libre, clasificados como tales, con estricto apego a normas farmacológicas actualizadas, a fin de garantizar la seguridad de su uso y consumo”.

Con estas acciones, Arcsa refuerza su compromiso hacia el Plan Nacional para la Lucha contra la Resistencia Antimicrobiana, como parte de su misión de precautelar la salud de la ciudadanía.

 

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