Ubicada a 5 km del cantón Zaruma (El Oro) se encuentra Malvas, una parroquia de clima templado cuya población se dedica principalmente a la elaboración artesanal de dulces, manjares y café que se envían a los mercados de El Oro y Loja.  Aunque sus volúmenes de producción son reducidos, se aprecia en ellos un importante potencial debido a la gran aceptación y prestigio que tiene el producto en sus consumidores.

En Malvas habitan los Gálvez Feijoó, quienes se dedican hace tres años a la producción de café tostado y molido, así como manjar y bocadillos.  Alonso Gálvez es el representante legal de la familia y a pesar de su juventud (22 años) y tener una discapacidad física, desarrolla hábilmente su negocio con el apoyo de su padre Jorge.  Ellos cuentan con una pequeña planta de producción en los bajos de su domicilio, ubicado en el barrio Portete de la parroquia.

La familia produce 20 quintales de café y 3 quintales de pasta de maní al mes, los mismos que son comercializados en su mayoría en los cantones de El Oro y luego distribuidos por sus clientes a otras provincias del país.  Gracias a la asesoría técnica de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria, Arcsa, estos productos ya recibieron la Notificación Sanitaria de forma simplificada, y con eso los Gálvez buscan expandir aún más su mercado.

La gestión de Arcsa, a través de su Coordinación Zonal 7, no se ha limitado a la entrega de la certificación a estos emprendedores, sino también a la asesoría técnica y el acompañamiento personalizado para mejorar sus procesos y servicios.  Esta labor es parte de los beneficios que otorga el Club de Emprendedores Arcsa, así como socializaciones en normativa sanitaria, manejo de alimentos y buenas prácticas de higiene.

“Los productores de dulce y café molido, principales actividades de nuestro sector, nos hemos visto fortalecidos con el acompañamiento de Arcsa, que ha permitido facilitar la comercialización de nuestros emprendimientos y a la vez incentiva a trabajar con más optimismo y entusiasmo”, aseguró Jorge Gálvez.

“Precisamente lo que busca Arcsa con la simplificación de sus trámites es fortalecer al sector productivo, que sus proyectos no se trunquen y puedan comercializarse en los mercados del país de manera legal, segura e inocua”, indicó Verónica Loaiza, coordinadora Zonal 7 de Arcsa, “de esta manera, no solo beneficiamos al sector productivo sino también a los consumidores”.

Arcsa contribuye con el desarrollo económico del Ecuador gracias a la simplificación de sus trámites, para que microempresarios, artesanos y productores de la Economía Popular y Solidaria puedan obtener permisos de funcionamiento y notificaciones sanitarias de alimentos de forma ágil.

 

Para que tú estés bien, hacemos las cosas bien.